Un cambio hacia la hotelería para Pedro Oliveira

Para este profesional de la banca privada solo existía un lugar que ofrecía la posibilidad de hacer realidad su sueño de dirigir un hotel boutique. Pedro Oliveira, nuevo hotelero y graduado de Les Roches, reflexiona sobre su experiencia de nuestro Máster Executive en Dirección Hotelera Internacional.

Cuando el histórico Hotel des Bergues en Ginebra estaba siendo remodelado hace unos 15 años, Pedro Oliveira compró los cubiertos en una subasta y los ha estado usando a diario desde entonces. Es una medida de su pasión por la hospitalidad, que ha estado con Pedro desde la infancia. Una pasión que le ha llevado a cambiar el mundo de la banca privada para seguir su sueño de ser propietario de un hotel.

“Aparte de algunos de los aspectos técnicos específicos de cada uno, la banca y la hotelería tienen mucho en común”, dice. “Obviamente, existe el aspecto del servicio, pero para tener éxito en ambos, la atención al detalle es primordial. Y era en los detalles en los que tendría que centrarme si quería hacer realidad mi ambición, que es en última instancia la razón por la que elegí el Master Ejecutivo en Gestión Hotelera Internacional“.

Cambiar de carrera puede ser abrumador en el mejor de los casos, pero cuando ya estás trabajando en un entorno ajetreado y de alta presión, los aspectos prácticos pueden disuadir a todos, excepto a los alumnos más perseverantes. Lo que Pedro necesitaba era una oportunidad para aprender todos los detalles de la industria hotelera y con la suficiente flexibilidad como para adaptarse a su agenda (que ya estaba bastante completa). Como dice Pedro, Les Roches era el único lugar del mundo que ofrecía esto.

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“Buscaba algo realmente específico”, recuerda. “El programa debería atender a alguien sin experiencia real en la industria hotelera y tenía que adaptarse a mi vida profesional. Para mí también era muy importante que el programa tenga un elemento emprendedor. Miré muchas escuelas y cursos, pero al final, solo el Máster Executive de Les Roches me dio lo que necesitaba.

“Por supuesto, viviendo en Ginebra, ya conocía el nombre Les Roches, que es la referencia de la hospitalidad en Suiza. Pero lo que realmente me impresionó fue cuando visité el stand de la escuela en FITUR, la feria internacional de turismo en Madrid. Los profesionales allí eran muy entusiastas y serviciales, pero lo que también destacó fue la cultura y el sentido de pertenencia: verdaderamente se trataba de una famila en Les Roches”.

Una inmersión inmediata en la hotelería

Pedro se familiarizó con el lado operativo de la industria desde el primer día, participando en el programa opcional de inmersión en hotelería (HIP, por sus siglas en inglés) durante dos semanas de experiencia intensa y práctica en departamentos de alimentación y gestión de habitaciones. A esto le siguieron dos semestres de estudio que incorporaron temas tan diversos como gestión de ingresos, operaciones hoteleras avanzadas, finanzas y presupuestos, análisis de datos, liderazgo de equipos y comportamiento organizacional.

“Todas las asignaturas fueron realmente interesantes y se enfocaron perfectamente en lo que necesitaba aprender”, dice. “Y la estructura también era ideal. La mayoría de los cursos se impartieron online, lo que ayuda cuando se trata de equilibrar la vida en dos ciudades, mantener un trabajo y cuidar de los niños. Pero también pasé una semana al mes en el campus de Marbella, lo que fue genial para aprovechar las increíbles instalaciones de la escuela, establecer contactos y conocer a los otros alumnos del programa.

“Se convirtió en una familia y era una comunidad realmente rica y diversa y con muchas ganas de compartir oportunidades, logros e ideas. Ser parte de él fue muy gratificante y me ayudó a construir un verdadero sentido de pertenencia, que creo que es una parte importante del modo de vida en Les Roches”.

Sin tiempo para ser becario

Después de sus estudios académicos, Pedro tuvo la oportunidad de aplicar el aprendizaje a un escenario real en la industria con una oportunidad de un puesto de becario; pero como ahora vive entre Madrid y Lisboa e intenta abrir un hotel, era algo que tenía que dejar pasar.

“Estoy seguro de que hubiera sido genial participar, pero estoy demasiado ocupado haciendo malabares y trabajando en la gran inauguración”, dice. “Lo que ha sido útil es que los profesores del máster están realmente abiertos a que me comunique con ellos para hacerles preguntas mientras me embarco en esta nueva empresa. No solo me siento seguro de que puedo aplicar lo que aprendí académicamente en mi nuevo hotel, también sé que puedo contar con el asesoramiento de expertos al comenzar mi propio negocio”.

Ahora su atención está totalmente centrada en la apertura del Hotel das Amoreiras, un hotel boutique de cuatro estrellas en una pequeña e histórica plaza ajardinada en su Lisboa natal. Mientras tanto, Pedro sigue en contacto regular con sus compañeros de clase.

“Todo el mundo ha sido un gran apoyo”, dice. “Siguen preguntando cuándo abriré y me dan consejos, lo cual es genial. Realmente estoy deseando darles la bienvenida a algunos de ellos aquí cuando finalmente abra y espero que puedan brindarme algunos comentarios valiosos”.

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