Destino Turístico: definición hotelera

Un destino turístico es un espacio físico al cual un turista acude por un espacio de tiempo determinado. Puede estar definido por barreras geográficas, contexto político y percepción por parte del mercado.

En el sector turístico, el destino turístico es el producto principal explotado por los gestores de destinos. En España, destino turístico clave en Europa, el desarrollo económico creado por el turismo es uno de los motores de la economía. El turismo masificado ha impulsado la industria del turismo del sol.

El significado de destino turístico

Definir el significado de destino turístico no es simple. La Organización Mundial del Turismo lo define como “un espacio físico en el que un visitante pasa al menos una noche. Incluye productos turísticos, tales como servicios de apoyo, atractivos y recursos turísticos en un radio que permite ir y volver en un día.

Tiene unos límites físicos y administrativos que definen su gestión, imágenes y percepciones que determinan su competitividad en el mercado. Incorporan diversos grupos, entre los que se cuenta a menudo con la comunidad anfitriona, y pueden establecer lazos y redes entre sí para constituir destinos mayores”.

Autores como Ejarque han señalado que un destino turístico es ante todo un sistema complejo que está formado por cuatro elementos fundamentales.

  1. Economía local
  2. Sociedad local
  3. Naturaleza del destino (espacios naturales y urbanos)
  4. Notoriedad y calidad del destino

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La diferencia entre destino turístico y atracción turística

Entendemos que el destino turístico es el ámbito donde se realizan la mayoría de las actividades turísticas, y donde se consumen los productos turísticos. Por tanto, el destino turístico es donde se producen la mayoría de los efectos geográficos, sociales, económicos y culturales del turismo en sí.

Robert Lanquar define al destino turístico como la entidad territorial que forma un sistema, englobando sus recursos turísticos e infraestructuras. En verdad, existe un consenso en afirmar la dificultad de definir el concepto de destino turístico. La dificultad de la definición se encuentra en su carácter intangible y en su naturaleza multidimensional.

Un destino turístico no es algo que se pueda comprar. Todo lo contrario, se adquieren bienes y servicios vinculados al propio destino turístico (transporte, hoteles, etc.).

Se entiende entonces que un destino turístico representa una relación entre multitud de componentes. Por un lado, están los servicios prestados por empresas y negocios turísticos, así como las relaciones empresariales entre esas empresas.

Por otro lado, está la experiencia vacacional del turista que interactúa con esas empresas. También se entremezcla con la infraestructura de transporte, los recursos naturales y las políticas institucionales.

Una atracción turística es un lugar de interés que los turistas visitan. Las razones por las que los turistas visitan estas atracciones pueden ser por el valor cultural que exhiben, ocio, aventura, belleza natural o significancia histórica.

Los atractivos turísticos son elementos fundamentales por los que un turista decide decantarse por visitar un destino. La afluencia turística genera actividad económica y ayuda al desarrollo de infraestructuras locales.

Un ejemplo de atracción turística es La Torre Eiffel en París, que recibe alrededor de 7 millones de visitantes al año.

¿Cuáles son las características de un destino turístico?

Las cuatro características de un destino turístico son:

  1. Atractivos y servicios que motiven la estadía del turista.
  2. Medios que posibiliten la accesibilidad en condiciones adecuadas.
  3. Respaldo de la población local, involucrada en desarrollar diferentes aspectos de la experiencia turística en el destino.
  4. Una marca que se comercializa como forma integral del destino turístico.

Tipos de destinos turísticos

Un destino turístico puede tener diferentes escalas. Por ejemplo, puede hablarse de continente (Europa como destino turístico), un país (España como destino turístico), una región (los Alpes suizos como destino turístico) o un sitio en particular (Marbella como destino turístico).

Elementos para el desarrollo de un destino turístico

El destino turístico se debe gestionar como un negocio. Siguiendo unos criterios de competitividad en el mercado, hay que seguir unos elementos en el desarrollo del destino para obtener beneficios sociales y económicos a través de su gestión.

Los elementos a desarrollar para la gestión de un destino turístico son:

Consolidar una organización que gestione el destino
Debe existir una entidad, o coalición de diversas organizaciones públicas y privadas, que busquen el logro de objetivos comunes en favor del destino turístico.

Delimitación geográfica
El destino turístico debe estar armonizado entre los diferentes distritos geográficos que abarca. Las labores de las partes que forman parte de su organización deben coordinarse para ofrecer una experiencia íntegra al turista.

Definición y conocimiento del mercado
Debe haber una labor de marketing para segmentar al target y optimizar la comunicación y comercialización del producto turístico.

Propuesta principal de valor (PPL)
Se debe identificar los elementos diferenciativos del destino turístico, frente a otros destinos. El PPL puede estar formado por un conjunto de valores, o un eje temático diferenciador. Por ejemplo, oportunidades de ver animales salvajes en Safari en Botswana.

Planificación
Constituye el proceso de desarrollo e implementación de un plan estratégico, en donde se establecen acciones concretas para alcanzar los objetivos planteados en él.

Desarrollo de imagen de marca
La imagen de marca es representativa del destino turístico. Se utiliza en los soportes de comunicación, creando un mensaje coherente en el que destaque la PPL.

Aspectos prioritarios de un destino turístico

La gestión del destino turístico requiere la contemplación de tres aspectos básicos en su gestión. Estos aspectos prioritarios deben ser tenidos en cuenta para la dirección estratégica de un destino turístico competitivo:

  1. Planificación y desarrollo del destino
    Se deben consensuar estratégias, proyectos e inversiones que logren mejorar la infraestructura en el destino turístico.
  2. Desarrollo de productos y servicios turísticos
    Se deben desarrollar servicios y productos turísticos que aporten una experiencia memorable para el turista. Es aquí donde se crean atracciones turísticas como museos, parques, campos de golf, eventos deportivos, etc.
  3. Promoción y comunicación del destino turístico
    Desarrollar estrategias de promoción y comunicación que posicionan al destino turístico con la imagen de marca deseada. Es una labor contínua y que requiere un esfuerzo a nivel local, nacional e internacional.

Ciclo de vida de un destino turístico

Se pueden diferenciar diferentes etapas en el ciclo de vida de un destino turístico. Butler, R.W. (1980) reconoce cinco etapas diferenciadas, según el tiempo y el número de visitantes que recibe un destino turístico:

En la etapa de exploración acuden los visitantes de sitios cercanos, en poca cantidad. El desarrollo de la oferta turística es inexistente en cuanto a atractivos, infraestructura y actividades turísticas.

La etapa de involucramiento ve un aumento de visitantes de pueblos cercanos al destino turístico. En esta etapa ya se empieza a diferenciar temporadas turísticas y se distinguen segmentos de mercado. Por tanto, se observa un resurgimiento de servicios como alquiler de casas de hospedaje y operaciones turísticas.

En la etapa de desarrollo aumenta el número de visitantes nacionales y de turistas internacionales. El efecto boca-oreja juega un papel importante, y se observa un aumento de inversión extranjera, innovación en el sector y de operadores turísticos.

La etapa de consolidación convierte al turismo en una de las principales fuentes de ingresos para el destino. Como consecuencia, se estabiliza el número de visitantes y se requiere renovación de instalaciones turísticas en el entorno.

En la etapa de estancamiento el número de visitantes alcanza su nivel máximo. El destino turístico, por lo tanto, requiere un rejuvenecimiento de oferta para evitar un descenso del número de visitantes. La innovación en el sector hotelero y turístico es un punto clave para no caer en estancamiento o peor, declive del sector.

La experiencia turística es la clave para tener un destino turístico con éxito. El país de destino enviará a turistas de acorde a la promoción de experiencias que realicen los gestores del destino turístico.

La marca del turismo en el destino se verá afectada por el tipo de turista que se atrae con el marketing de experiencias. Algunos destinos turísticos han optado por alternativas al turismo y apuestan por el desarrollo sostenible. Este tipo de innovación en el modelo de gestión del turismo en el país de destino sirve para ofrecer mayor calidad de vida y alargar el ciclo de vida de destino turístico en países como España.

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